lunes, 31 de octubre de 2011

Ficciones, Borges

Lo siento. De joven Borges me parecía difícil y críptico. Ahora me parece simplemente inconsistente y sin mucho sentido, con un falso sentido de profundidad que no llena ni satisface.
Quitando el cuento de La Biblioteca de Babel, todos los relatos me parecen trasnochados y de una completa ausencia de interés. Y aun este ha perdido casi todo su encanto.
Sinceramente, no sé qué le veis a Borges. Apenas me gustaba en su momento y ahora, simplemente, no me gusta. Espero que no me pase igual con Gabriel García Márquez…

lunes, 24 de octubre de 2011

La caza del meteoro, Jules Verne

Esta novela es una obra un tanto atípica. Es una de las poquísimas en las que el argumento no es original de él, sino de un escritor venido a menos cuyo nombre literario fue André Laurie. Pese a desconocer la trama original, sí que se sabe gracias a la correspondencia disponible que Verne la modificó ampliamente, por lo que en general se considera que el argumento le pertenece.
Partimos de una herencia de quinientos millones de francos que es, en principio, para el doctor Sarrasin que se supone es el último descendiente vivo. No obstante, pronto se perfila un nuevo contendiente, Herr Schulze, con lo que al final el dinero queda dividido a partes iguales entre ambos.
De momento asistimos a las ansias de dinero de los abogados, que intentan construir un caso como el de Casa desolada de Dickens (que Verne nombra) pero que al final, dado que ambos contendientes se conforman, no se lleva a cabo. Esta es una faceta de la novela que no he visto comentada nunca: la malicia de los abogados para alargar y consumir todo el dinero disponible mediante el pleito.
Pero ese no es el objetivo de Verne, que tiene en su cabeza fines más altos. Por un lado, Sarrasin monta una ciudad utópica en una de las costas de Estados Unidos, y Shulze, en la otra, una fábrica de armamento que pronto se convierte en el primer suministrador bélico internacional.
Ya tenemos montada la antítesis y el choque de voluntades. El alemán, que cree pertenecer a una raza superior, se empeña hasta lo indecible en destruir la utopía porque ha sido creada por una raza inferior.
Todo esto suena, y no poco, a lo que posteriormente sabemos que ocurrió con Alemania en las Primera y Segunda Guerras Mundiales. Y es por ello por lo que durante un tiempo la obra estuvo prohibida tanto en Alemana como en España y quiero creer que en más países.
Finalmente gana el doctor Sarrasin no por su mejor hacer, sino porque Schulze comete un imperdonable error, potenciado por su propia soberbia.
Tenemos pues un enfrentamiento entre el bien y el mal en primera instancia. Una segunda lectura nos dirige hacia el tema de la preponderancia de las razas y, finalmente, una tercera (que no he visto comentada en ningún lado) nos indica que la ciencia puede estar tanto al apoyo del bien como del mal.
También se considera a esta novela como la obra bisagra entre su primera etapa sansimoniana y optimista sobre el poder de la ciencia para hacer el bien, y la segunda en la que predomina el apoyo de la misma para mantener y potenciar al dinero y a los que gobiernan.
No obstante es un libro muy instructivo y entretenido de leer pues no predominan esas densas y pesadas descripciones típicas del autor. Además, asistimos, como en casi la mayoría de las novelas de Verne, al rito iniciático masón por parte del hijo del doctor Sarrasin.

miércoles, 19 de octubre de 2011

¡Indignaos!, Stépane Hessel

Mucho ruido y pocas nueces. Eso es este libro. Pese a todo el revuelo que ha ocasionado no es más que una excusa para hacer proselitismo de la represión israelí sobre los musulmanes de ese área.
Con esto no quiero que se me malinterprete: no estoy defendiendo la política israelí, ni acusando a la otra parte. Lo que estoy diciendo es que el autor comienza con unas palabras muy coherentes sobre el estado actual de la sociedad y termina en lo que le interesa: política barata.
Está muy bien eso de intentar movilizar a la juventud, pero hay que movilizarla para todo, no solo para el tema palestino.
Sin embargo, el panfleto tiende hacia lo político en lugar de hacia lo social, y le sobra la última parte, que es completamente parcial, no respecto a lo que pasa allí, sino respecto a lo que pasa en muchos otros lugares, con problemas enormemente más graves que mantener a unos musulmanes recluidos en una ciudad.
Por lo tanto, pese a no estar mal, pienso que al autor se le ve claramente el plumero a mucha distancia.

lunes, 17 de octubre de 2011

La caza del meteoro, Jules Verne

La caza del meteorio es una de las obras póstumas de Verne (escrita alrededor de 1898) que modificó su hijo antes de la publicación y la única que, a decir de los expertos, continua manteniendo el espíritu original. Ignoro si es una de las obras de las que se posee el manuscrito original, y por lo tanto se conoce todo lo añadido, pero hay una cosa clara: Zépiryn Xirdal es añadido de Michel Verne.

Queda por tanto bastante claro el argumento original respecto al final. Ignorando al citado personaje, y quizás a Seth Stanford y a Arcadia Walker, el argumento original podría no estar muy lejano de lo siguiente.

El profesor Forsyth y el doctor Hudelson, ambos de forma simultánea, localizan el meteoro en el cielo de Whaston, lo que les lleva a pedir la prioridad en el descubrimiento y la consiguiente pelea local entre ambos, con la separación del noviazgo del sobrino e hija.

Al cabo de unos días nublados, el meteorito reaparece y ambos son capaces de calcular de forma erronea la trayectoria. Finalmente, los observatorios profesionales toman el control y determinan que el bólido caerá en el lugar descrito de Groenlandia.

Tras la pelea de ambos y todos los sucesos que se narran en la historia, quizás por un rayo, o una tormenta, o por cualquier otro evento, el meteorito cae al mar y desaparece.

Al argumento original podríamos añadirle la pareja que se casa en el primer capítulo, se divorcia a la mitad y se vuelve a casar al final, como complemento picante al ya de por sí insulso noviazgo de los los protegidos de los dos astrónomos.

Añadamos también a Zéphiryn Xirdal como mano negra que modifica la trayectoria del meteorito y su actuación al final y obtendremos el argumento definitivo con el que se ha presentado la obra, enriqueciendo lo que de seguro era un desarrollo originalmente bastante pobre.

Siendo una novela del tercer ciclo de Verne, ni es pésima ni contiene los típicos temas catastróficos, sino que se trata más bien de la enésima revuelta al mito espacial y telúrico al que ya hemos asistido en obras de mayor enjundia como son De la Tierra a la Luna, Alrededor de la Luna, El secreto de Maston y Héctor Servadac. Más bien asistimos a la creación de una novela del Verne más bajo y quizás más derrotado literariamente.

Virginia Edition, o cómo leer las obras completas de un autor (VIII): Expanded Universe (31)

Este es el libro más infumable de los publicados por el autor en vida. Incluso podríamos decir que lo es de toda la producción literaria de ...